Corrientes de redenciòn

Aquì, mis ultimos dìas en la ciudad,

serà mejor que aproveche esta ocasión para
agradecer a quienes con tanta ternura se han

acercado a mi casa y supieron con palabras abrazarme

y llevarse hasta la gènesis de tantos dolores.
Oìa sus palabras y el viento parecìa tragarse sùbitamente mi cansancio,
trajeron a mi este regocijo de volver a surgir.
Se cierra el año y parece abrirse ante mi la posibilidad -una nueva- de cerrar los
ojos al dolor, de desvestirme de ciertas penosas pesadillas y de amanecer de nuevo
a este sol y a estos aromas que recibo con ansias glotonas.
Me marcho, estarè un tiempo en el silencio de mis playas, silencio en donde
me hallo y me siento mas yo, donde rìo quedamente y me dejo presa del instante
con una indecible alegrìa honda que linda con lo feliz.
Los abrazo especialmente, agradecida por cada palabra, que fue gesto, sonrisa, abrazo.

Beso tu mano amigo cercano que has respetado y comprendido mi silencio.

Les deseo lo mejor en estas fiestas,

en este nuevo año,

que cada uno tenga para sì lo que tanto ansìa,

sobretodo

que cada uno sea lo que quiera.

Un gran beso, Uma -la del muelle-